En el cuadro No. 10 se presentan las coberturas actuales de los bosques y la vegetación en el área de jurisdicción de la CDMB.

Fuente: CDMB, 2000.

Las zonas boscosas naturales más importantes se encuentran ubicadas en las partes altas de los límites de los municipios de El Playón, Suratá, Rionegro y Matanza. En la zona de bosque andino del municipio de Matanza, y en los nacimientos de las fuentes hídricas de los municipios de Piedecuesta, Matanza, Charta y Tona. Es importante mencionar los relictos de vegetación que se encuentran asociados a las lagunas de páramo en los municipios de Vetas y California. Además, en la parte media de la cuenca del río Sogamoso, en los municipios de Girón y Lebrija, existe un área boscosa muy importante sometida a deforestación. En el Area Metropolitana de Bucaramanga, hay una área boscosa importante que corresponde a la zona de reserva forestal de la escarpa occidental y de Malpaso.

3.1.3.2 PRESIÓN SOBRE EL RECURSO BOSQUE

Las presiones sobre los bosques naturales se fundamentan principalmente en la deforestación para incorporar áreas a la agricultura y la ganadería en procesos de colonización, y en el aprovechamiento forestal, mediante el cual se explotan algunas especies maderables de valor comercial (CORPES y Gobernación de Santander, 1991).

A.    Cuenca río Lebrija

a.    La deforestación

Se desconoce la extensión de bosques naturales que anualmente se interviene para la agricultura y ganadería, la cual representa la mayor tasa de destrucción del bosque en el área de jurisdicción de la CDMB.

Todavía sigue siendo notoria la actividad de deforestación del bosque natural existente en las partes bajas de los municipios de Lebrija, El Playón, Rionegro, y una disminución de la deforestación en los otros municipios de zona de cordillera motivada por los procesos de sensibilización, capacitación y actividades de control que ha ejercido la CDMB en la región.

i.    Areas Boscosas del Bajo Lebrija

Las formaciones boscosas de selva lluviosa tropical del Bajo Lebrija han sido intensamente explotadas desde el punto de vista comercial, desapareciendo los bosques primarios en un alto porcentaje por la falta de programas de renovación del recurso y cambio de uso del suelo; sólo se conservan algunos relictos boscosos primarios. Los bosques intervenidos, han dado paso a la sucesión de otro tipo de vegetación secundaria con pérdida de gran cantidad de especies maderables valiosas, propiciando la extinción de fauna y flora tropical y colonización con pastizales extensivos asociados con helechos y palmas.

Varias especies forestales nativas valiosas están sobreexplotadas y en peligro de extinción, como el sapán Clathrotropis brunnea, abarco Cariniana piriformis, maquí Ormosia sp y guayacán hobo Centrolobium paraense, entre otras. Algunas especies como cedro Cedrela odorata, caracolí Anacardium excelsum y móncoro Cordia gerascanthus, están siendo fuertemente explotadas en los municipios de Rionegro, El Playón y Lebrija; estas especies son vulnerables a la extinción, si en el futuro no se toman las medidas pertinentes para protegerlas.

ii. Bosques de Cordillera

En las áreas de los valles interandinos que son estrechos todavía se observan algunos bosques de galería, alimentados por el régimen hídrico situado en los bordes de los cauces, siendo presionados para su utilización en tutorado de cultivos y cajonería en el embalaje de cultivos de hortalizas. En gran parte del área, ha sido reiterativa la utilización de las quemas sucesivas, la rotación de cultivos o rastrojos y el establecimiento de sistemas de producción no sostenibles como la ganadería extensiva y cultivos limpios, limitando la renovabilidad del recurso boscoso. Del bosque andino y subandino desaparecieron la totalidad de las especies maderables consideradas de valor comercial: cedro de altura, cedro nogal, comino, laurel. Otra especie que sufre gran presión es la palma de cera Ceroxylum quinduense, especialmente en época de semana santa.

Se observan especies forestales de menor valor, en escasos relictos boscosos localizados en los municipios de Rionegro, El Playón, Tona, Charta, Floridablanca, Piedecuesta y Suratá, los cuales han logrado sobrevivir a la presión antrópica por sus condiciones de inaccesibilidad; los escasos reductos boscosos existentes son formaciones vegetales características de bosques nublados que están realizando funciones ecosistémicas importantes como propiciar la condensación de vapor de agua, precipitación y formación de fuentes de agua. La vegetación natural de las mesas de Lebrija y Ruitoque ha sido destruida y reemplazada por el establecimiento de monocultivos industriales, desarrollo de la industria avícola, porcícola y la urbanización.

b. Aprovechamientos Forestales

En cuanto a la extensión intervenida por aprovechamientos forestales mediante permisos otorgados por la CDMB, para el periodo comprendido entre 1985 y 1999 es del orden de 236 Has con un volumen aprovechado de madera de 5.819 m³, siendo el municipio de Rionegro donde hay más presión sobre los bosques. El bosque intervenido por aprovechamiento forestal estaría alrededor de unas 26.2 ha/año, aunque gran parte proviene de fincas cacaoteras y cafeteras. Las especies más aprovechadas son el caracolí, eucalipto, guayacán rosado y cedro (CORPES Y Gobernación de Santander, 1991).

Para los años de 2000 y primer semestre de 2001, se otorgaron permisos de aprovechamiento forestal por un total de 875 metros cúbicos distribuidos de la siguiente manera:

Los aprovechamientos fueron otorgados solo a plantaciones forestales y sistemas agroforestales establecidos en la región de la CDMB, y en el marco del Acuerdo Corporativo N° 887 del 28 de abril del 2000, el cual en su Articulo Primero y Articulo Segundo, dice textualmente: Art.1 "Se prohibe en toda el área el aprovechamiento de bosques naturales y uso del capote", Art.2 "Se suspende la expedición de permisos de aprovechamiento forestal persistente y único en el bosque natural".

De acuerdo con la información anterior, no se puede precisar el estado de presión sobre el bosque; sin embargo, teniendo en cuenta el estado de los bosques estimado en la región en el año de 1988 (INDERENA, 1991) y el uso actual del suelo al año 2000, se puede inferir que puede haber una tendencia a disminuir, pero probablemente es baja, si se tiene en cuenta que ha habido alguna compensación debida a la reforestación en los últimos años, que ha sido alrededor de unas 1000 has/año.

B. Otras Cuencas