Abril 20 de 2013
La tierra es nuestra casa, por eso debemos asearla, mantenerla bonita, arreglarle lo que se vaya dañando y hacerla más acogedora para que todos podamos vivir felices. Esa es obligación de cada uno de sus habitantes. Esa fue la gran lección que recibieron los niños y jóvenes que ayer participaron en la celebración del Día de la Tierra que se cumplió en el auditorio de la CDMB, actividad que contó con el apoyo de Empas, Cara Limpia, Cemex, Proactiva, UDES, Policía Nacional, Essa, Econatural, entre otras empresas. 

A través de videos, cartillas, representaciones de mimos, obras de teatro, canciones, bailes típicos, lectura de textos, y demostraciones en vivo y en directo, los 300 asistentes al auditorio aprendieron el cuidado con los animales, la preservación y conservación de los afluentes hídricos, la tala de árboles, la contaminación, la biodiversidad, la superpoblación, el calentamiento global, entre otros temas. 

Cada una de las empresas participó con vitrinas en donde expusieron sus políticas de conservación de la naturaleza, además de presentar y poner en escena sus mascotas. Igualmente repartieron documentos y elementos ambientales. La Policía presentó su grupo de mimos, realizó el show canino y exhibió una robusta serpiente Boa y un peluche de pantera negra. 

“Es muy importante que los niños entiendan la relación que debemos mantener con los animales y en especial con los que viven en la selva, con los salvajes, que merecen todo nuestro respeto y con los que estamos obligados a conservarle su hábitat para garantizarle su existencia, porque ellos hacen parte de la cadena alimenticia”, indicó el Intendente de la Policía Ambiental, Alexander Aguilar. 

Para Milena Calderón, Directora de UDES Verde: “todos los esfuerzos que realicemos en favor de la tierra son muy válidos, pero más aún si involucran a los niños y jóvenes que deben ser los conservacionistas de hoy y mañana. La tierra nos acoge por igual a todos, así es que todos debemos conservarla. A la tierra hay que consentirla, mimarla y darle todo el valor que merece”.

Adela Guerrero, Jefe de la Oficina de Cultura Ambiental de la CDMB, y organizadora del encuentro, agradeció a todas las empresas que se vincularon a esta exitosa celebración que “de manera muy didáctica movió la fibra de niños y jóvenes, quienes son parte activa en esta tarea de proteger la tierra”. 

Durante su intervención ante el auditorio, la Directora encargada de la CDMB, Gladys Ballesteros, dijo, entre otras cosas:

“El 22 de abril debería ser el día más importante del año porque es la fecha en que celebramos el Día de la Tierra, que es el hábitat de todos los seres humanos. Sin equívocos, podemos afirmar que es el Día de la Humanidad”. 

“Desde 1970, por iniciativa del senador estadounidense Gaylord Nelson, se instauró en el mundo la fecha del 22 de abril para la celebración del Día de la Tierra, con el fin de crear una conciencia común a los problemas de la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales”.

“Es una fiesta que le pertenece a todos los habitantes del planeta, sin distingo de raza, credo, o estrato social. No está regulada por una sola entidad u organismo; tampoco está relacionada con reivindicaciones políticas, nacionales, religiosas, ideológicas ni raciales. Es una fecha en la que todos somos iguales: los ricos, los pobres, los blancos, amarillos, negros, católicos, protestantes, musulmanes, ateos, altos, bajitos, niños, adultos, jóvenes… en fin, la humanidad sin distingos”.

“El Día de la Tierra apunta a la toma de conciencia de los recursos naturales y su manejo, a la educación ambiental, y a la participación como ciudadanos ambientalmente conscientes y responsables”.


“Como reza un fragmento anónimo: La tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La tierra misma está viva. Somos partes de un universo en evolución. Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas. Nos sentimos humildes ante la belleza de la tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser...". 

“A decir verdad, la fiesta de la Tierra debería ser todos los días. Todas las horas, todos los minutos y todos los segundos deberíamos actuar con responsabilidad para la preservación y conservación de nuestro hábitat. Es nuestra obligación garantizar un terreno fértil y digno a las futuras generaciones, y eso sólo lo lograremos con responsabilidad ambiental”. 

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