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Campesinos de Piedecuesta se le midieron a las parcelas demostrativas

Julio 25 de 2013
Viento en popa, así marcha el programa de parcelas demostrativas que implantó la CDMB en las veredas Sevilla, Cristales y Planadas, parte alta del Municipio de Rionegro, con el fin de diversificar la producción agraria y proteger las fuentes hídricas.

En cada una de las 16 fincas piloto, la autoridad ambiental entregó semillas para 80 árboles de aguacate de la variedad Hass, los cuales ya han crecido unos 50 centímetros. La intención es que los trabajadores del campo cuenten con otro producto que les suministre ingresos económicos, que mejoren su calidad de vida y las de sus familias, y no dependan única y exclusivamente del cultivo y comercialización de la mora.

Para don Berzelí Ariza, un curtido campesino con 40 años en la región de Cristales: “yo si me le medí de una, los arbolitos ya están creciendo, y si me dan la oportunidad, arreglo el terreno para sembrar otros 500 aguacates. La CDMB nos capacitó sobre la siembra y cuidado del producto, y además se comprometió a inducirnos en el tema de la comercialización”.

Don Berzelí siempre ha considerado que entregar el futuro de sus familias a la fluctuación del precio de un solo producto, como en este caso a la mora, es muy ‘arrecho’ porque unas veces las ganancias son buenas, pero casi siempre el precio es bajo por la competencia del producto santandereano con el de Antioquia.

“Aquí, por siglos, los campesinos siempre hemos sembrado mora, que es una fruta muy agradecida porque no requiere mucho trabajo, y todas las semanas se recoge cosecha y con eso nos mantenemos. Sin embargo sería bueno que pudiéramos recoger varios frutos para tener varias entradas, pues si el uno tiene mal precio, el otro lo tendrá bueno”, dijo.

El señor Ariza se opone a cultivar lulo y tomate de árbol, pues requieren mucho trabajo y permanentemente son atacados por plagas. Dice que la alverja se la comen los pájaros, y a ellos no les queda nada. Él también estaría dispuesto a ensayar con el cultivo de la granadilla.

Luis Gerardo Ariza es otro residente en Cristales que también se le midió al programa y ya plantó los 80 árboles de aguacate Hass, pero estaría dispuesto a adecuar otro pedazo de su finca El Diamante para sembrar 300 más.

“Nos toca tener varias alternativas, con solo la mora corremos riesgos porque a veces nos toca venderla hasta $8.000 la arroba, en estos momentos está a $20.000 y algo sirve. Todos por aquí estamos contentos con el aguacate y queremos aumentar más el número de arbolitos plantados”, manifestó.

El programa de parcelas demostrativas contempla que los campesinos vinculados deberán sembrar, además, árboles protectores y productores de agua, así como respetar las franjas de asilamiento y encerramiento de pantanos, nacederos y aljibes.

Cada uno de los beneficiados con el programa debió sembrar en su parcela 300 árboles de la variedad pino colombiano, acacio, urupán, arrayán y chachafruto.

“Todo lo que haga uno por la conservación de la naturaleza lo hace por uno mismo y por la familia. Debemos concientizarnos de que sí debemos cultivar pero que también debemos cuidar el agüita que es la que nos la vida en el campo y en las ciudades también”, enfatizó don Berzelí.
  Viento en popa, así marcha el programa de parcelas demostrativas que implantó la CDMB en las veredas Sevilla, Cristales y Planadas, parte alta del Municipio de Rionegro, con el fin de diversificar la producción agraria y proteger las fuentes hídricas. En cada una de las 16 fincas piloto, la autoridad ambiental entregó semillas para 80 árboles de aguacate de la variedad Hass, los cuales ya han crecido unos 50 centímetros. La intención es que los trabajadores del campo cuenten con otro producto que les suministre ingresos económicos, que mejoren su calidad de vida y las de sus familias, y no dependan única y exclusivamente del cultivo y comercialización de la mora.Para don Berzelí Ariza, un curtido campesino con 40 años en la región de Cristales: “yo si me le medí de una, los arbolitos ya están creciendo, y si me dan la oportunidad, arreglo el terreno para sembrar otros 500 aguacates. La CDMB nos capacitó sobre la siembra y cuidado del producto, y además se comprometió a inducirnos en el tema de la comercialización”.Don Berzelí siempre ha considerado que entregar el futuro de sus familias a la fluctuación del precio de un solo producto, como en este caso a la mora, es muy ‘arrecho’ porque unas veces las ganancias son buenas, pero casi siempre el precio es bajo por la competencia del producto santandereano con el de Antioquia.“Aquí, por siglos, los campesinos siempre hemos sembrado mora, que es una fruta muy agradecida porque no requiere mucho trabajo, y todas las semanas se recoge cosecha y con eso nos mantenemos. Sin embargo sería bueno que pudiéramos recoger varios frutos para tener varias entradas, pues si el uno tiene mal precio, el otro lo tendrá bueno”, dijo.El señor Ariza se opone a cultivar lulo y tomate de árbol, pues requieren mucho trabajo y permanentemente son atacados por plagas. Dice que la alverja se la comen los pájaros, y a ellos no les queda nada. Él también estaría dispuesto a ensayar con el cultivo de la granadilla.Luis Gerardo Ariza es otro residente en Cristales que también se le midió al programa y ya plantó los 80 árboles de aguacate Hass, pero estaría dispuesto a adecuar otro pedazo de su finca El Diamante para sembrar 300 más.“Nos toca tener varias alternativas, con solo la mora corremos riesgos porque a veces nos toca venderla hasta $8.000 la arroba, en estos momentos está a $20.000 y algo sirve. Todos por aquí estamos contentos con el aguacate y queremos aumentar más el número de arbolitos plantados”, manifestó.El programa de parcelas demostrativas contempla que los campesinos vinculados deberán sembrar, además, árboles protectores y productores de agua, así como respetar las franjas de asilamiento y encerramiento de pantanos, nacederos y aljibes.Cada uno de los beneficiados con el programa debió sembrar en su parcela 300 árboles de la variedad pino colombiano, acacio, urupán, arrayán y chachafruto.“Todo lo que haga uno por la conservación de la naturaleza lo hace por uno mismo y por la familia. Debemos concientizarnos de que sí debemos cultivar pero que también debemos cuidar el agüita que es la que nos la vida en el campo y en las ciudades también”, enfatizó don Berzelí.
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